miércoles, 30 de septiembre de 2020

MIENTRAS TECANTO UNA COPLILLA (22) Puede que sí, puede que no...

 


Dicen que el otoño apunta a seco. Eso dicen. Aunque estos días el cielo se muestre teñido de ceniza y salpicado de nubes. ¿Viste qué maravilla de formas y tonos grises? Amenazan agua que luego cae, o no. En Valverde no ha llovido, pero en Encinasola el otro día hubo zonas que se inundaron. No sé si llovió mucho o las alcantarillas no estaban preparadas. O quizá sea que tenemos enfadada a la atmósfera –esta es una expresión que utilizaba mi padre; la escribo e, inconscientemente consciente, de forma autómata, sonrío con su recuerdo-. Ahora cuando llueve lo hace así, sin orden, a degüello. Supongo que la atmósfera estará enfadada. No sé.


Es tiempo de sembrar: en aguas primeras siembra lo que quieras, que reza el refrán. Otros dicen:

La otoñada verdadera, por San Mateo las aguas primeras.

El otoño verdadero, por San Miguel el primer aguacero.

Otoñada segura, San Francisco la procura.

San Mateo es el 21 y San Miguel el 29 de septiembre; San Francisco de Borja, el 3 de octubre. Este otro dicho amplia el marco:

Si en septiembre ves llover, otoño seguro es.

Luego lloverá, que es lo que toca, o no. Porque dicen que el otoño apunta a seco. No sé. Puede que en unos sitios llueva y en otros no. El tiempo es como el refranero. Hay que saber entenderlo, situarlo. A veces queremos aplicar refranes de la Castilla profunda a nuestro particular sur. Y no funciona.

La luz, los días, ya se ven menguar. Se van acortando y empieza a oscurecer cada vez más temprano. Ya mismo llegará lo del cambio de hora. Que unos dirán que es bueno y otros que malo. No sé.

Cuando a las seis veas oscurecer, otoño seguro es.

Más certeros son estos:

En otoño y en invierno, tiemble el enfermo.

Otoño e invierno, malas estaciones para los viejos.

El otoño siempre viene acompañado de resfriados, enfriamientos... Lo propio del tiempo. Y no está el horno pa bollos, que dice otro refrán. Estén en el norte, en el centro o en el sur, con esto del COVID, para los mayores, no hace falta que sea otoño. Quizá peor que la estación del año sea estar o no en una residencia... No sé.

Tampoco sé si con la jubilación se inicia el otoño vital. Aún no lo sé. Por lo pronto voy bien. Pero el COVID lo cubre todo con un espeso manto, que puede esconder, camuflar, muchas cosas. No sé. Puede que sí, puede que no...

Rehuso hablar de la actualidad política, social, laboral, educativa, económica, cultural... ¿Qué decir? El otro día encontré esto en Facebook y, visto como está el patio, me pareció una buena reflexión.





MIENTRAS TE CANTO UNA COPLILLA (21) Huelva y Sevilla

 


El Reino de Sevilla -una jurisdicción territorial de la Corona de Castilla- lo formaban las tierras de las actuales provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz, la depresión de Antequera y algunos pueblos del sur de Badajoz. En 1833 se suprimió el Reino de Sevilla y se conformó la estructura provincial que aún se mantiene.

La provincia de Huelva siempre fue dependiente de Sevilla y en ella no surgió –probablemente tampoco se promocionó- ningún núcleo urbano con influencia y poderío para emerger y rivalizar. Tal es así que cuando se creó la actual estructura provincial compitieron con Huelva, por la capitalidad, varias poblaciones como Moguer, Trigueros, Gibraleón o Palos de la Frontera, todas de características similares en cuanto a demografía.

Son muchos los ejemplos que se pueden poner referidos a la dependencia de Huelva respecto a Sevilla. Significativo y objetivo es que el Obispado de Huelva no se creara hasta 1953, desmembrándose de la Archidiócesis de Sevilla. Más cercano es el ejemplo de la Universidad, que no se creó hasta hace poco más de treinta años. Antes de esta fecha, salvo Magisterio y algunas especialidades de Peritaje ligadas al Polo Químico y Minas, cualquier otro estudio universitario había que estudiarlo en Sevilla. Este fue mi caso, como el de casi toda mi generación y las anteriores. Y le estoy muy agradecido y amo, quiero y defiendo a Sevilla.

Y a Huelva, claro. La de los hitos históricos, bellezas naturales y riqueza gastronómica; la agrícola, la ganadera, la marinera; la de las tres carabelas, Colón y América; la del cobre y los ingleses; la de la Virgen del Rocío y todas sus romerías;  la del Recreativo de Huelva; la de la costa, sierra, minería y ríos de colores; la de La Raya; la de la Gruta de las Maravillas, Doñana y playas de ensueño; la de las gambas, chocos, gurumelos, fresas, frambuesa, arándanos y moras; la de la castaña y el corcho; la del mejor jamón; la de la religiosidad popular; la de Platero y Juan Ramón Jiménez; la del fandango y las danzas…

Y así canta Huelva a Sevilla.


¡Qué grande es este Manuel Carrasco!


MIENTRAS TE CANTO UNA COPLILLA (20) Virgen de Roca-Amador y Reposo.

 Pasado agosto, con septiembre en curso, se inicia un nuevo ciclo. Agrícola y festivo. En el festivo, primero con las vírgenes (el día 8 de septiembre es conocido como el día de las Diez Mil Vírgenes) y luego las ferias de ganado que, desde el siglo XVIII y algunas incluso antes, se celebran por todas partes.

Septiembre fiestero que empieza por Santa Raquel y termina con San Miguel.

En este caso el refranero aprovecha las rimas: Santa Raquel es el 2 y San Miguel el 29 de septiembre. Por las fechas, más exacto es este otro aunque no concrete por dónde han de llegar las desgracias:

Del mes que entra con abad y sale con fraile, Dios nos guarde.

Abad San Gil el 1 y fraile San Jerónimo el 30 de septiembre.

En el entorno de Encinasola –que dada la benevolencia de las comunicaciones siempre miró más hacia Extremadura que hacia la Sierra de Huelva- a la finalización de la feria de Higuera la Real seguía la marocha, luego la de Fregenal de la Sierra y, poco después, próxima al veranillo del membrillo, dejando atrás San Miguel, se remataba con la gran Feria de Zafra. Ganado y tenderetes con utensilios, semillas y telas, iban de feria en feria. Alrededor de cada una, títeres, marionetas, representaciones cómicas, carromatos con atracciones, hombres embaucadores y otros entretenimientos, desfilaban de pueblo en pueblo.

De antiguo, la festividad de la Virgen de Roca-Amador de Encinasola siempre se celebró el 8 de septiembre y la Virgen del Reposo, patrona de Valverde, el 12. Pero en los últimos años las ferias y fiestas han sufrido una enorme transformación en el ámbito rural y sus hermandades se han visto obligadas a acomodar las fechas al fin de semana más próximo. En la misma medida, las ferias han también han adaptado sus fechas a los fines de semana. Otra tara para el ámbito rural que se ve obligado a renunciar a los días señalados por la tradición, vendiendo el sentido religioso y el asiento de la tradición, por la diversión y el realce de la función económica que toda fiesta entraña. Una cuestión de supervivencia.

Por estas causas, tanto la Virgen de Roca-Amador como la Virgen del Reposo hubieran procesionado hoy sábado 12 por las calles de sus poblaciones. Curiosamente, en el caso de la Virgen del Reposo hubiera coincidido este sábado con la antigua fecha. Pero de nuevo el COVID-19 se hace presente arruinando la ilusión de sus hermandades, fieles y las gentes de Encinasola y Valverde del Camino.

Yo, con el corazón repartido, dedico hay una coplilla a cada una de Ellas.

A la Virgen del Reposo, esta sevillana tradicional la recogí en Dicen que Valverde tiene… (2010):



Siempre procuro una música especial. Hoy la hermosa Marcha de la Virgen de Roca-Amador, del más insigne de los marochos de los últimos tiempos: Abel Moreno Gómez, con el que el pueblo de Encinasola estará siempre en deuda.



MIENTRAS TE CANTO UNA COPLILLA (19) El fuego de Mazagón de hace tres años


Se consiguió dominar el fuego de Almonaster. Mucho esfuerzo por parte de todos, mucha solidaridad a ras de suelo, muchos recursos desplegados y, claro, mucho político aprovechado. Una semana después, empezamos a ver las huellas: destrozo medioambiental, campos arrasados, fauna devastada, agricultores y ganaderos en la ruina… Ahora debería ser el momento de los políticos, aportando soluciones para contrarrestar el desastre y planes para evitar que incendios como éste se repitan.


Hace tres años viví de cerca el incendio de Mazagón y, también, como moscones, acudieron los políticos. Pero desde entonces ¿qué se ha hecho en la zona quemada? ¿Esperar una regeneración natural? ¿Aprovechar alguna zona quemada para dedicarla al cultivo de fresa, arándanos o frambuesa? Es indignante. Empiezo a no tolerar a los de las palabras adecuadas en los momentos trágicos, que luego olvidan. A los que dicen lo que necesitamos escuchar, para después no hacer lo que hay que hacer.

Sigan sin establecer fórmulas para limpiar los campos, no elaboren planes de reforestación, no impulsen una economía ligada al medio natural, no creen puestos de trabajo destinados a fijar a la juventud en el ámbito rural; mejor limítense a dar alguna prebenda a los ayuntamientos afines y que ellos distribuyan entre sus votantes. Así, dentro de uno, dos o tres años de nuevo estaremos ante otro gran incendio en Huelva y podrán venir a chupar cámara. Especialmente si coincide con año electoral.


Paisaje junto a la pasarela de Cuesta Maneli, entre Mazagón y Matalascañas. Hace tres años era un bosque de pinos; hoy, lo que ven. (Fotografía tomada en julio de 2020. Tomás López López).

Releo lo escrito y quizá no haya sido justo con nuestros representantes políticos. No quiero ser duro. Solo nos fallan en esto. En el resto, son un modelo de virtudes y eficacia: la sanidad no tiene listas de espera; nuestros indicadores escolares –los de la OCDE- son “notorios”; en lo del COVID vamos los “primeros”; nuestras residencias de mayores son “ejemplares”; nuestros universitarios se incorporan al mundo laboral de “inmediato” y con “sueldos dignos”; nuestros jóvenes no tienen que salir del país a trabajar porque aquí el paro está muy bajo, “por los suelos”; la justicia se caracteriza por su “inmediatez”;  los ocupas no joden porque “nunca salen de casa”; ¿sigo…?

Para hacer tantas cosas, seguro que ni habrán podido irse de vacaciones. Seguro que han permanecido ahí, al pie del cañón, sirviendo al pueblo y transmitiéndonos que España va bien, que somos una gran nación y que la prueba más evidente es que anoche empatamos a uno, nada más y nada menos que, con Alemania… Ahí es nada.

A tí que cada día me sigues y amortiguas alguna salida de tono, te dedico esta pieza. Escúchala.




lunes, 21 de septiembre de 2020

MIENTRAS TE CANTO UNA COPLILLA (18) Fuego en las entrañas


Al penoso verano -que califico de penoso conscientemente aunque cada uno cuente la feria como le vaya- le ha puesto la guinda el fuego de Almonaster la Real. Pareciera que el infierno se hubiera instalado en la Sierra de Huelva. 

¡Qué horror! ¡Qué viento más infame! ¡Qué noche más canalla!


Siendo muy importante la pérdida de hermosos parajes, bienes y animales, yo pienso en las personas. Especialmente en tantos amigos de Almonaster, Valdelamusa, Zalamea, el Campillo, de aldeas como El Villar, Traslasierra, Mina Concepción, Cueva de la Mora... Cuánta incertidumbre, desanimo y terror que estarán viviendo. Hasta sus entrañas habrá llegado el fuego. Tendrán el corazón en ascuas…

Tenéis el cariño de todos los que estamos fuera, porque nos sentimos de dentro. Cada segundo, seguimos pendientes de la evolución, con la impotencia de no poder hacer otra cosa que no sea haceros sentir que no estáis solos y que compartimos vuestra angustia.


Voy escribiendo y miro las redes sociales: el fuego ha pasado Zalamea y se encamina hacia El Pozuelo, El Buitrón, Valverde del Camino… Me temo que no estoy soñando. Esta imagen es del radar próximo al cruce del Pozuelo.

Hoy, mejor sin música.




MIENTRAS TE CANTO UNA COPLILLA (17) Dicen que nunca se rinde...

 

Ya supongo que hoy habéis oído, leído o visto mucho sobre el Sevilla y su sexta Europa Liga.

(¿Otra? ¡Sí, otra!)

Y también que a unos os habrá sentado mejor que a otros. Y a algunos, como un tiro. No entiendo ese fanatismo, pero sé que existe. La felicidad está ligada a las expectativas y con frecuencia hay personas que fijan sus expectativas en que a otros no les ocurran cosas buenas. Suelen amargarse por el bien ajeno. Un masoquismo sin sentido.

Las razones por las que una persona se afilia a un equipo, son diversas. No sé qué sensibles hilos emocionales toca, que es raro que alguien cambie de equipo. Pero no imposible. Te lo digo por experiencia. A los que cambian –por lo general no fanáticos- o comparten afición por varios, les suelen decir que no les gusta el fútbol. Como si alguien pudiera saber mejor que yo lo que me gusta o no me gusta.

A mí me encantaría compartir la alegría del enorme triunfo de ayer con todos los andaluces y casi todos los nacidos en España, que no por ello necesariamente españoles. Con estos últimos, si ellos quieren, también.

Ayer vi el partido con Fernando, un amigo de la Peña Sevillista de Valverde, y otras personas afines. Como pasa en un partido de esta enjundia, pasamos momentos mejores y peores, pero siempre con orden. En la mesa de al lado había tres que por los comentarios y celebraciones de los goles del Inter era de suponer que debían ser italianos, tener alguna relación oculta que les vinculara con Milán o quizá intereses de algún tipo con Lombardía. Pero no era así, simplemente vivían en el sevillano barrio de Heliópolis. En mi alegría, sentí tristeza.

Hoy la música, sí que no podía ser otra.