viernes, 15 de enero de 2021

210109_02_CUADERNO DE NOTAS. Filomena y Carnaval en el Capitolio.

 ¿Quién iba a pensar que los Reyes Magos vinieran tan cargados? Siempre traen lo que más deseamos y necesitamos. De ahí que, eco lejano de otros tiempos de miseria y hambre, se cantara en Valverde: 

Ya vienen los Reyes / por la alcantarilla

y al Niño le traen / chorizo y morcilla.

Y este año les tocaba llegar cargados de ilusión y esperanza. Y eso dejaron en casa y espero que en todas las demás. Ahora nos toca a cada uno de nosotros acunarlas y favorecerlas. Con mimo, perfumándolas con ternura y acunándolas entre algodones. El fruto nace de las flores, no de las espinas.

Y eso no quiere decir que perdamos de vista el día a día, ni ignoremos asuntos tan importantes como lo del asalto al Capitolio. Debemos anotar que cuando alguien es capaz de unir a fanáticos, imbéciles y oportunistas, y los demás no se atreven a decirlo en voz alta, pasa lo que pasa. Pero, tómatelo con humor porque en serio, raya. Es mejor pensar que este año se han saltado la Cuaresma y ya estamos en Carnaval. El twitter no tiene desperdicio. Viendo el panorama recordé los versos de Machado:

«De diez cabezas, nueve

 embisten y una piensa. 

Nunca extrañéis que un bruto 

se descuerne luchando por una idea.»

No quiero que se me pase decirte que el martes fue la luna menguante de enero. Dice el amigo Pepe Morales -que cada día presenta en su blog la fotografía de una rosa que pareciera que ya nunca podrá mostrar otra más hermosa y al día siguiente va el tío y lo consigue-, que toca podar de rosales. Toma nota, que Pepe sabe de lo que habla. Esta es una de las suyas, que tomo prestada para ilustrar lo que digo.



Y ya decía que SS. MM. vinieron cargados. De vacunas y de las consecuencias de los excesos navideños. Y de aquellos polvos, estos lodos.


El peligro siempre camina junto a la imprudencia. Con frecuencia, se dan la mano y surge la fatalidad. Y claro, como el virus de la estupidez humana es más peligroso que el COVID-19 ¡vengan alegres e ingenuas comidas de grupos! Consecuencia: ayer avisaba el Ayuntamiento de Encinasola de 9 casos de COVID y medio pueblo en cuarentena. A ver quién para ahora al bicho. En cualquier caso y fuere como fuere, ánimo y a cuidarse.

SS. MM. también nos han traído a Filomena, aunque circula por ahí un meme que lo atribuye a Dios. 

Son situaciones esporádicas. En Valverde hubo una enorme nevada el 2 de febrero de 1954. Antonio Rico recogió varias fotografías de ese día. Esta de la Plaza Ramón y Cajal.

Nevada. Vista de la Plaza Ramón y Cajal de Valverde del Camino. 2 de febrero de 1956.

Y en Encinasola también ha nevado en varias ocasiones. Una de ellas en 1945. Me contaron que fue copiosa, la más grande que vieron. La fotografía que sigue es de esa ocasión. Está hecha junto a los eucaliptos que se encontraban en el inicio de la Carretera de Encinasola a Higuera la Real, donde hoy está situada la báscula.

Nevada en Encinasola. 14 de febrero de 1945. De izquierda a derecha:
Don Urbano Autón, Don Jesús Velasco, Don Casimiro Olivares y Don Serefín Bernal Ibáñez. 

Seguramente se te habrá hecho largo, procuraré ser más comedido la próxima semana. Para compensarte, te dejo con esta delicia musical.



domingo, 3 de enero de 2021

210103_01_CUADERNO DE NOTAS. Abrinedo camino.

Empiezo el año abriendo camino, buscando la forma de que te interesen las anotaciones que quiero compartir contigo.

Viernes, 1 de enero.

Todo es anormal esta Navidad. Algunas cosas, difíciles de llevar, muy duras. Otras, las anoto anoto como simple anécdota: jamás imaginé que no hubiera público para acompañar a la Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo mientras sonaba la Marcha Radetzky...



Sábado, 2 de enero.

Sea por una causa u otra, es lo tradicional de estas fechas: con la entrada de año hay artículos que suben. Algunos, no. Y recuerdo la vieja coplilla:

La Felisa en el mercado / decía con un suspiro:

todo sube, todo sube / menos lo de mi marido.

Domingo, 3 de enero.

Quería leer algo relajante, fuera de lo habitual y, siguiendo una buena recomendación, en los últimos días he devorado "La novia gitana", una novela de Carmen Mola (seudónimo, un detalle no saber si el enfoque de la temática procede de hombre o mujer). La protagonista, Elena Blanco, inspectora jefe de un grupo especial de policía que se enfrenta a un asesinato, con frecuencia, acaba desahogándose en un karaoke nocturno madrileño, donde se entrega cantando temas de Mina Mazzini. Una de sus: Vorrei che fosse amore