sábado, 24 de noviembre de 2018

COLORES DEL OTOÑO


De golpe, al damasco que alegra la ventana de la cocina, se le ha venido el otoño encima. Caen sus hojas –mil tonos de ocre- meciéndose en el aire hasta formar sobre el suelo un hermoso manto que, por no destruir y dejar de disfrutar de su esplendor, voy dejando hasta pasadas dos, tres semanas, que empiezan a adquirir aspecto de abandono. El viento, por estos días fuerte, mueve las hojas llevándolas de un lado a otro, modificando continuamente el aspecto del tapiz. Una duna móvil, pero de hojas.

 Se desnuda siempre por estas fechas, coincidiendo con las hermosas vistas que ofrece la Ribera del Múrtiga a su paso por el puente de la carretera de La Nava.


Ambas estampas, siempre llegan a las puertas de San Andrés, el patrón de Encinasola. 
Feliz feria a los marochos.