Es uno de los más apreciados e ineludibles encuentros de verano: compartimos la pasión que desata la lectura, el vicio de escribir y el entusiasmo por la sabiduría popular que portan esas coplas antiguas que surgen de los pliegues del corazón y cristalizan, con su ángulo más incisivo, en la lírica del flamenco.
Ganador de distintos concursos de letras flamencas -entre otros el Concurso Internacional de Letras Flamencas de La Unión-, médico de profesión, licenciado en Historia, de talante abierto y generoso, conversador incansable y, sobre todo, amigo, este año, al vernos, me habló de "Una herida en el tiempo", su última publicación, que he leído estos días.
Después de varios ensayos y creaciones poéticas -la letra de la tarjeta con la que abro hoy esta cita semanal es de su libro "La raíz del grito", un hermoso ramillete de letras de creación propia impregnadas de sencillez, dulzura y genialidad que alcanza palos del flamenco tan singulares como alboreás, bulerías, alegrías, campanilleros, cantes de las minas, caracoles, livianas, serranas, guajiras, fandangos, malagueñas, marianas, milongas, nanas, mirabrás, seguiriyas, soleares de tres y cuatro versos, tangos y tanguillos, y algunas coplas más- ahora sorprende con una novela.
De una persona que escribe bien, con sentido, rigor, pasión y autenticidad, el resultado solo podía ser una trama seductora, perfectamente enmarcada en su contexto histórico y social, que sorprende en cada capítulo con historias que se entremezclan, ayudando así a perfilar cada personaje, atrapándote en la narración, que te invita a no parar, a devorar la novela de una vez.
Y su alma flamenca no falta a la cita: al final, recrea un marco de ambiente flamenco, en Cádiz y típico de principios del siglo XX, donde deja caer coplillas que cada cantaó interpreta "como si rezara una oración que brotara de su corazón, plena de sentimientos; coplas que son, antes que un grito de protesta o sentencia, un susurro armónico fermentado en las calderas de las entrañas."
Tiene Cádiz por bandera
la gracia de Andalucía;
que el mar se quedó sin sal
por dejarla en su bahía.
Enhorabuena, Antonio, por la novela -que espero lea mucha gente, les gustará- y por las placenteras horas de lectura que me has proporcionado.
Hoy la música está dedicada a Antonio Rincón, estudioso y profundo conocedor del magistal cantaó Antonio Mairena, una de las figuras más relevantes del flamenco de todos los tiempos, reconocido con la III Llave de Oro del Cante, la Medalla al Mérito al Trabajo, Medalla de Oro de las Bellas Artes e Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo. Un cantaó excepcional que hoy nos canta por alegrías. Déjate llevar por el arte y escucha...
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