domingo, 11 de diciembre de 2016

APAÑANDO ACEITUNAS TE HE VISTO EL CULO...




COPLAS DEL APAÑIJO.

  Por estas fechas, una de las actividades principales de los pueblos del sur es la recolección y molienda de la aceituna. Por lo general, las tierras próximas al casco urbano están sembradas de olivos. En Encinasola, también. El olivar marocho ha sido siempre un importante recurso local al propiciar jornales, ingresos y, sobre todo, una forma de entrar en cada casa el aceite necesario para el año. 

  Aquí, la recogida de aceitunas se sigue realizando por métodos tradicionales. Casi igual que hace cincuenta años, aunque, de antiguo, participaban hombres y mujeres, cada uno con su cometido: los hombres iban ordeñando y vareando -repiando- las ramas de los olivos y las cuadrillas de mujeres apañaban las aceitunas.
Tú apañando aceitunas 
yo repiando,
entre rama y ramita 
te voy mirando.
Las aceitunas del árbol 
se cogen con escaleras
y las que se caen al suelo
las mocitas casaderas.
  Hombres y mujeres juntos, ofrecían una ocasión a Cupido.
Apañando aceitunas 
se hacen las bodas,
que el que no va a aceitunas
no se enamora.
  El folclore musical asociado a esta faena agraria es muy rico. Horas y horas entregados a una tarea que no requiere especial atención, que obliga a espantar el frío y aconseja mantener buen ánimo, propiciaba una diversión tan propia de estas fechas -en las que ya se barrunta la Nochebuena- como es cantar. El ingenio marocho pondría el resto. Así nacieron un sinfín de coplillas.
 Apañando aceitunas
gané un vestido,
con la abotonadura 
de hojas de olivo.
Mujeres y aceitunas
y que es lo mismo:
tienen la carne blanda 
y el hueso duro.
Apañando aceitunas 
te he visto el culo;
no he visto chimenea 
que eche más humo.
  Y al terminar un cercado, la despedida:
Adiós, olivarito 
de la aceituna;
hasta el año que viene 
si das alguna.
  Tras varios años de abandono, ahora parece que se atisba algún interés por el olivar marocho. Algo tendrá que ver la Almazara Ecológica de Encinasola que ha levantado Augusto León y sus hijos. ¡Ánimo y que no decaiga! 


2 comentarios: