Ya dije en otras ocasiones que la soleá me apasiona. ¡Qué agudeza hay que tener para decir tanto en solo tres
versos! Qué capacidad de síntesis para sentenciar con tanta precisión la idea principal y dejar abierta una puerta para que recrees el marco a tu antojo.
Hoy, sin mucho comentario, quiero compartir éstas:
ESO NO LO MANDA DIOS:
QUE TU TE COMAS LA CARNE
Y EL HUESO LO ROA YO.
YO TE ESTOY A TI QUERIENDO
CON LA MISMA VIOLENCIA
QUE TIENE UN MUERTO CORRIENDO.
ANDA Y QUE TE DEN BOLILLAS
DE LAS QUE ECHAN LOS PERROS
POR LAS CALLES DE SEVILLA.
ASÓMATE YA, SERRANA,
PA QUE SE EMBOBEN LAS FLORES
QUE TIENES EN TU VENTANA.
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